Y nos fuimos a Salamanca, a nuestro río, el Tormes, el que nos vio crecer como pescadores. Y si al refrán atendemos, allí nos hicimos” catedráticos” por segunda vez. Y fuimos “profetas en nuestra tierra”, algo de verdad muy difícil, sobre todo en el mundo de la pesca. Fue un curso fácil, estábamos rodeado de grandes amigos que trabajaron con ilusión y muy duro. Todo salio perfecto, en Huerta, el Alojamiento de Turismo Rural – La Rivera- nos dejo uno de sus comedores para dar la teoría y comer en menos de una hora. Durante un curso de pesca el tiempo es oro.
Os dejo un video muy simpático que de forma casual descubrí tras finalizar el curso.
Os dejo un video muy simpático que de forma casual descubrí tras finalizar el curso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario